Legión 501: Trasfondo I





La Herejía de Horus comienza y el Devorador de Mundos es desatado sobre los Astartes leales en Isstvan III.

Aislados del resto de sus hermanos por una tormenta en la disformidad, un contingente de unos 500 Lobos Lunares, liderados por el Capitán Mandalore permanece al margen de los acontecimientos que están teniendo lugar.

Son un comando encargado de misiones de espionaje y de infiltración que están acostumbrados a trabajar con una mayor independencia que el resto de sus hermanos. 

No pertenecen al organigrama normal de la Legión, ni son tan temibles en batalla como Abbadon o el Pequeño Horus, pero son marines por derecho con muchas misiones a sus anchas espaldas.


Al reincorporarse de la disformidad al espacio real, asqueados presencian la traición del Señor de la Guerra. "No fui creado para esto" piensa Mandalore mientras intenta encontrar algún sentido al desarrollo de la batalla. Sus hermanos se encuentran desconcertados. Se debaten entre la lealtad a su Primarca y su propio juicio. Mandalore reúne a sus sargentos y aliviado comprueba que a los demás les resulta tan abominable como a él la situación. Gracias a los escáneres y los sensores de largo alcance de su nave de infiltración particular, la "Slave I", son testigos invisibles de la huida de la "Eisenstein". Parece que no son los únicos que encuentran la situación caótica por completo.

De momento están a salvo, protegidos por los potentes mecanismos de ocultación de su nave, pero no pueden escapar, puesto que la preparación para el salto disforme los haría fácilmente detectables por naves capitales de sus antiguos hermanos, y si bien es especialista en ocultarse, la "Slave I" no posee ni la potencia de fuego ni por supuesto un blindaje suficiente para resistir un ataque concentrado de toda la flota allí congregada.

Después de un tiempo que parecía no correr, los antiguos Lobos Lunares deciden que tienen que reorganizarse y volver a Terra para afrontar la defensa del Emperador junto con el resto de Marines que hayan escapado y los que no formen parte de la traición.

Una vez tomada la decisión, se levantaron los escudos de invisibilidad, con lo que la flota desplegada los detectó y empezó un bombardeo constante sobre la nave. Antes de que pudieran dar el salto a la disformidad, los escudos de la disformidad fueron alcanzados. Sabiendo que seguramente significaba la destrucción o como poco perderse en las profundidades de la disformidad, Mandalore ordenó dar el salto...

3 comentarios:

  1. Que bien, ya podemos dar la bienvenida al trasfondo de la legión 501... que ya había ganas :D
    Por cierto, y aunque no venga al tema, me he encontrado (realmente reencontrado) con un compi de bup que tiene eldars... jejeje

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  2. jajajajjaja, pues ya sabes tipo, engánchalo para jugar más partidas, que estoy cansado ya de los mismos eldars xDDDD

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  3. ejemmmmm.... K ya voy cambiando ejercito eeeee...aunk pierda y to...jejejeje

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