Historia de los Ángeles Oscuros (V)

Los Caídos

A los ojos de los Ángeles Oscuros, la única manera de redimirse totalmente de su vergüenza y restaurar su honor y confianza delante del Emperador, es a través de encontrar y castigar o hacer que los Caídos se arrepientan de su traición. Sin embargo, desde que los Caídos fueron absorbidos por la Disformidad y dejados en todos los rincones del espacio-tiempo, la tarea no es fácil para los Ángeles Oscuros. A diferencia de los Inquisidores y los Caballeros Grises, cuyo rol es extirpar a los agentes del Caos por toda la galaxia, los Ángeles Oscuros sólo se preocupan de encontrar a sus Caídos. A pesar de que los Ángeles Oscuros sean llamados por diferentes misiones para el Imperio, la búsqueda de sus camaradas caídos es una obligación de la que jamás podrán huir. 

Nunca Olvidar. Nunca Perdonar. ¡Los Caídos deben arrepentirse!

No todos los hermanos condenados han sucumbido a los poderes del Caos en el mismo grado, algunos Caídos han abrazado a los Dioses Oscuros totalmente, convirtiéndose en Marines Espaciales del Caos. Estos Caídos no pertenecen a una Legión propia, sino que al estar dispersos en el espacio-tiempo, vagan como individuos o como pequeñas bandas de guerra.

No obstante, la mayoría de los Caídos saben que sus acciones previas a la caída de Caliban estuvieron mal. Afligidos por la corruptora influencia del Caos, e incapaces de reconciliarse consigo mismos o con su orden, llevan una existencia solitaria. Muchos de ellos se convierten en mercenarios o piratas, vagando por la galaxia. Otros desean expiar sus pecados, y en un intento por conseguirlo, se han reintegrado en la sociedad humana, tomando el papel de una persona cualquiera, lo que sólo hace que la tarea de los Ángeles Oscuros sea más difícil, dada la dificultad para identificarlos. Pero aun así, es tarea del Capitulo encontrarlos, de modo que investigan cada rumor o historia relacionada con los Caídos, por si pueden dirigirlos hacia sus corruptos hermanos. 

Capellán Interrogador
Los Ángeles Oscuros pueden pasar años sin oír rumores que los conduzcan a uno de los Caídos, sin embargo, cuando lo hacen y su misión es un éxito, aquellos Caídos que son capturados son llevados a la Fortaleza-Monasterio.

En lo más profundo de sus mazmorras, los Capellanes Interrogadores intentan que el Ángel Caído se arrepienta. De vez en cuando lo hacen, y como recompensa, su muerte es rápida e indolora. Más a menudo, sin embargo, el Caído rehúsa reconocer que se equivoca, así que sus almas son purificadas con extremo sufrimiento, antes de una agonizante muerte a manos de los Capellanes Interrogadores.

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